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El centón de un enano

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El centón de un enano
acoge mis dispersas notas.
Sentado a hombros de gigantes,
ahora ya mi memoria flaquea,
mi ignorancia aumenta,
en temor de Dios
empequeñezco.
Pecador contrito,
mi gracia verdadera
Emilio Torres Manzanera.

Ad maiórem Dei glóriam.