Sobre la búsqueda de un director de tesis doctoral

Recientemente tuve la fortuna de asistir a una charla de orientación de una joven de 21 años que mostraba interés en realizar una tesis doctoral. Mi compañera S., catedrática con muchos años de experiencia en investigación, trató a esta joven como si fuera su hija y le dio numerosos consejos sobre lo que supone iniciar una carrera investigadora.

Fueron tres horas de conversación donde se plantearon multitud de aspectos que un joven desconoce y de los cuales debería ser consciente. Son situaciones que casi seguramente se encontrará en esta etapa vital. Me dije a mi mismo que escribiría todos los aspectos que tratamos en la reunión pero al final me he decantado solo por uno de ellos, el que considero vital y que da título a esta entrada del centón: sobre la búsqueda de un director de tesis doctoral.

Para resumir en dos refranes o dichos sobre el director de tesis, se me ocurren dos: «Quien a buen árbol se arrima buena sombra le cobija» y «Quien da a manos llenas, recoge con el corazón» (2 Corintios, 9, 6).

De principio el director tiene que demostrar una alta capacidad investigadora reciente. Revise su actividad académica de los dos últimos años, en particular, los trabajos que publica y la financiación que posee. Si en los dos últimos años no muestra una intensa producción, tenga claro que su carrera investigadora con este director seguramente no sea tan productiva como pudiera desarrollarse con otro director o equipo de investigación.

Y el director de tesis ha de ser generoso. La catedrática S. mencionó esta característica en numerosas ocasiones. Resulta una forma muy diplomática de advertir que los intereses del director y del doctorando pueden diverger. Los intereses de ambos al menos han de ser compatibles. Es habitual el roce o conflicto cuando el director no se comporta de forma generosa. Y todas las personas tenemos nuestras miserias e intereses particulares. Valore bien si su director es generoso antes de comprometerse con él. Pregunte a antiguos doctorados o a otros colegas académicos e infórmese.

Como ejemplo de esta generosidad, valore si cuando vaya a hablar la primera vez con su posible director, éste, además de plantearle lo que le puede ofrecer, también le insista en que hable con otros posibles directores o equipos de investigación. El director debería animarle a que se informe de otras alternativas y las estudie por si alguna le conviene más. Una vez que tenga claro su interés en desarrollarse profesionalmente con este director ya concretarán un plan de trabajo.

Si cuando Vd. contacta con él, éste no le muestra el abanico de posibilidades que están a su disposición, puede que no resulte un director de tesis muy generoso.