¡Eureka! o cómo la voz transmite emociones a distancia
¡Eureka! o cómo la voz transmite emociones a distancia
Si en la película de 2001: Una odisea en el espacio (1968) de Stanley Kubrick el ordenador HAL 9000 estaba definido por una cámara con lente roja y la voz española de Felipe Peña, en la película de Spike Jonze Ella (Her) (2013) solo se muestra el sistema operativo a través de una voz femenina.
El aprendizaje del sistema de operativo Samantha se percibe visualmente en la reacción del coprotagonista, Joaquin Phoenix, y sobre todo, en la voz superpuesta que la caracteriza. En la versión original en inglés la voz femenina pertenece a Scarlett Johansson, mientras que Claudia Pannone la dobla en español de Argentina, Mireya Mendoza emplea el español de México, e Inés Blázquez aporta su locución de español de España.
¡Cómo transmiten emociones estas actrices solo empleando la voz! Y eso que lo hacen a través de una pantalla. Y aunque para gustos, colores, señalo que la interpretación de Inés Blázquez aporta una alegría y un entusiasmo que no percibo en sus colegas.
Y para bien o para mal, tanto los profesores como los alumnos nos hemos convertido en actores telemáticos mediante la educación a distancia. La emblemática luz roja del HAL 9000 se ha transformado o en una foto para los más audaces, o en unas iniciales en la mayoría de los casos.
Los docentes, además de transmitir conocimiento con la voz, también facilitamos la comunicación de emociones. Como dice Gregorio Marañón, el maestro busca, no en contar cosas nuevas a los que las ignoran, sino en encender la curiosidad de los que no saben.
Resplandece el momento cuando, a través de la plataforma de enseñanza a distancia, un discente exclama «¡Eureka!» delante de sus compañeros. (Bueno, en realidad los alumnos no utilizan esta venerable expresión, pero es lo que yo oigo).
Agradecimientos
A la muy entusiasta P., quien en mitad de una clase a distancia gritó algo que en mis oídos resonó como «¡Eureka!».